Como todos sabéis, los jóvenes de ahora se pasan los días frente a la consola y viendo la televisión. Esto no siempre ha sido así, ahora con la llegada de las nuevas tecnologías, estamos perdiendo el contacto con la tradición y estamos haciéndonos un poco “gandules”.
Mira que yo soy joven, aún así, recuerdo que cuando salía de la escuela iba con mis amigos a jugar a fútbol, al “pilla pilla”, al escondite etc. Pues ahora la mayoría de jóvenes, tienen recelo de salir de la escuela para poder ir a casa y conectarse con sus amigos mientras juegan a la consola o usan las redes sociales.
Las nuevas tecnologías, también afectan a los juegos tradicionales, puesto que, como ya he dicho antes, los jóvenes prefieren hacer uso de estas antes de hacer como yo hacía, ir por las calles del pueblo disfrutando de la libertad y en total contacto con todos y todas, no viéndonos por una pantalla.
Además, un posible problema del aumento de la pérdida de los juegos tradicionales, es que los jóvenes no saben jugar o directamente no saben de la existencia de determinados juegos. Las nuevas tecnologías son muy importantes en la actualidad y la verdad que sin ellas la vida sería más complicada, por eso, tenemos que tratar que estas no reemplacen las cosas tradicionales, sino que las complementen y las hagan perdurar en el tiempo. Por ejemplo, podemos guardar en un word las normas y la explicación de como jugar “a las cuatro esquinas” o “la gallinita ciega”, de esta manera no perderíamos la tradición y podríamos jugar en cualquier momento.
Saber de donde venimos es muy importante, y muchos de los juegos tradicionales nos indican y nos dan pistas de cómo eran nuestros antepasados. Jugar a los mismos juegos que ellos nos acercan mucho a ellos y pueden suponer la permanencia de un juego y una tradición o estilo de vida durante mucho tiempo. Por eso, yo como futuro maestro, me gustaría dar mucha importancia a la enseñanza de los juegos tradicionales, porque además de ser muy socializadores y que tratan los diferentes desarrollos del niño o niña (cognitivo, motor...), hacen que no se pierda una parte de lo que somos hoy en día.
